Pensar la crisis. El Estado y la comunidad frente a las emergencias

Creo y coincido con lo que ice Juliano aunque quizás más escépticamente en cuánto que el sentido común de “la gente”, las construcciones de la opinión pública muchas veces son impulsadas por los grandes medios que responden a intereses que necesariamente requieren de esa polarización, discriminación, etc. Por ello, creo necesario que la creatividad es lo que debemos poner sobre la mesa para poder fundamentar los cambios necesarios en materia penal. Así, nuestros dirigentes podrán también utilizar dichas ideas y términos para poder impulsar esas reformas. Por ej, todes estamos de acuerdo que son necesarias varias reformas en relación al sistema carcelario que permita otorgar más derechos y garantías a las PPL durante su detención y luego cuando vuelven a la sociedad. Es díficil hacernos la idea de que la cárcel y las PPL son parte de nuestra cotidianidad, allí la construcción del otro negativo (en la idea de Calveiro) es efectiva. Entonces, la idea de que la cárcel es un reproductor de violencias que luego, e inevitablemente, se vuelcan a la sociedad en la que todos vivimos es una idea que debemos repetir hasta que se comprenda cabalmente y se impulsen, como decía arriba, las reformas necesarias.

Buen día amigos y amigas. Me parece interesante la postura del profesor Juliano. Se me acrecientan las dudas sobre la forma en que se genera opinión, sobre la lectura de la realidad, sobre el lugar desde el cual leemos la realidad y generamos opinión. Parece que en nuestro espacio americano, en nuestra región, tenemos similitud de problemas - particularmente en lo que se refiere a la realidad penitenciaria- pero las lecturas que hacemos son distintas, y las respuestas, en términos de soluciones, también parecen distintas. En Argentina, por lo que he escuchado, en el espacio penitenciario, han implementado mecanismos de accesibilidad a telefonía celular, y en otros campos, han facilitado que mujeres con hijos o hijas en primera infancia tengan un tratamiento diferenciado. En mi país, El Salvador, al contrario, se ordenó a las empresas suministradoras de servicios de telefonía que bloquean la señal en todos los penales, y se crearon "guarderías" para que mujeres privadas de libertad tengan a sus hijos o hijas con ellas en los recintos penitenciarios. ¿De qué depende que se tengan percepciones y lecturas diferentes, y por tanto búsqueda de mecanismos diferentes? Tanto en la Argentina como en El Salvador hay fuerte presencia e influencia de sectores conservadores, de iglesias tradicionales y evangélicas, de eliges económicas, de medios de comunicación sesgados, etc, y sin embargo se llega a construir mecanismos de respuesta a la realidad penitenciaria distintos. ¿Que otros factores han debido intervenir para lograr eso (lo de Argentina, por ejemplo) si los tradicionales sectores generadores de opinión (medios de comunicación, iglesias, etc) están siempre condicionando la lectura de esas realidades? ¿En qué puede radicar la diferencia, si pareciera ser que sobre esa realidad habría lugares comunes: que se pudran en la cárcel, cero beneficios, que paguen su delito, sin ellos la ciudades segura, etc? ¿Cómo lograr romper ese pensar o sentir condicionado por lo que otros piensan? En mi país ese pensar o sentir condicionado nos hace tebr cifras de 300% de hacinamiento carcelario y cada vez mas nuevas y severas restricciones. Hoy en la pandemia del COVUD 19 no existen en ningún tipo de discurso, siendo tan vulnerables a la lógica del distanciamiento social.

Buenas tardes, mi intervención es simplemente para realizar una breve apreciación sobre el contenido de la conferencia y es que el mismo me hizo evocar de manera particular al debate entre Foucault y Deleuze que se puede encontrar en Microfísica del poder. Tal y como indica Juliano, contando con reducidos conocimientos individuales no es correcto inclinarse por afirmaciones universales, en ese sentido y retomando el debate que mencionaba, debemos recordar que los intelectuales (o ese saber ilustrado/actores académicos que se señalan en el artículo) no son ajenos al sistema de poder; es por ello que antes que enunciar "la verdad" situándose un paso por delante o al margen de los pueblos, los académicos deben ser parte del cambio, alejándose de posiciones iluministas y en todo caso ofreciendo una caja de herramientas (teoría) como un soporte para las reformas. Evitando perder de vista las posibilidades de cambio y reconociendo las herramientas que pueden ofrecer para el mismo es un elemento fundamental en mi opinión para poder superar ese pesimismo que se registra en las y los reformadores.