Sumamente interesante y valiosa la introducción.
Me quedo con el mensaje que las crisis son angustiantes, pero también generan oportunidades.
Como lo fue el avance de la comunicación dentro de las cárceles, el descenso de
los niveles de hacinamiento en prisiones y el hecho de que existan menos hechos
delictivos en la vía pública.
Sin embargo, hay un actor que fue relevante en estos cambios. Y lo fueron los grupos compuestos por familiares de detenidos y detenidas. Recientemente el Observatorio de Prisiones Europeas y la Liga por los DDHH realizaron un informe sobre las reformas que se llevaron adelante en cárceles de Europa y de Chile. Esas reformas, en las excarcelaciones, telecomunicaciones y utilización de teléfonos, fueron impulsadas por los familiares de presos y presas. Reclamo que no surgió a partir del Coronavirus, sino que es un pedido histórico. También hay que agregar que la mayoría de los países europeos tienen cuerpos penitenciarios sindicalizados (en distintas figuras) lo que también permitió muchos cambios judiciales. Lo cual en Argentina, y creo que en varios países de AL, no se pudo avanzar en ese asunto.
Apuesto como dice Mario que la humanidad de todo esto va a tomar lo mejor para implementarlo en la vida diaria.