El sistema penal es sólo una de estas cuestiones, y si bien, las leyes acompañan el cambio de las sociedades, muchas veces son estas quienes proponen el cambio.
La sociedad argentina siempre ha atravesado diversas crisis, y no es sorprendente que la juventud pierda a veces las esperanzas o se posicione en la comodidad de no intentarlo.
Pero diversos movimientos juveniles nos ayudan a entender que si hay fuerza de cambio en los más jóvenes.
Y nos da la pauta que intentar pensar la sociedad desde el punto de vista de la solidaridad es sólo el comienzo de una acción que ya ha comenzado, final e inevitablemente.