¡Buenos días a todes!
Muchas gracias Laura Pautassi por tu aporte, por repensar juntes la crisis de cuidado que existía previo a la pandemia, y que en razón de ella se intensificó mucho más.
Resulta muy interesante problematizar las relaciones de cuidado y analizarlas, toda vez que son muy pocas las personas que hablan al respecto en la escena pública y/o política, y es una cuestión, al parecer, menor o casi invisible para muches en este contexto de aislamiento.
En principio, los datos cuantitativos son más que claros y denotan la poca participación de los varones en los cuidados y tareas del hogar. La desigual distribución sexual del trabajo y de los tiempos es un problema que nace en las sociedades más primitivas, reflejando una de las formas históricas de organización social y económica.
Por otra parte, la modalidad de trabajo a distancia configura otro escenario de inequidad, que desafía la compatibilización del trabajo formal y el trabajo doméstico y del cuidado, y desatiende los datos duros sobre el tiempo que las mujeres le dedican a su hogar, ello intensificado por la situación de encierro.
Finalmente, coincido en que el cambio radica en una transformación cultural, ello si tenemos en cuenta que lo cultural legitima lo estructural. Debemos promover un cambio de consciencia al respecto, y en este sentido el feminismo ha sembrado muchísimo. Si cambiamos culturalmente, comenzaremos a cuestionar y analizar de modo crítico la estructura que nos han impuesto desde hace años. Para tal fin, es importante trabajar en programas integradores y políticas públicas transversales que aspiren a igualar el terreno entre varones y mujeres, siempre con perspectiva de género, considerando al cuidado como una responsabilidad social y no como una obligación que recae solo en las mujeres. Considero que éste es un momento más que propicio para incentivar el cambio y concuerdo con Laura, en que deben ser transformaciones a largo plazo.