Foro debate / Esteban Rodríguez Alzueta

Salir del agua

Salir del agua

de Macarena Sosa -
Número de respuestas: 1

¡Buenas noches a todos y todas!

En primer lugar, agradezco a APP por brindar este espacio para reflexionar sobre la situación actual y el planteo tan enriquecedor que se genera analizando el estado de emergencia desde diferentes ópticas. Por otro lado, gracias Esteban por tu video y por compartir con nosotros/as tus notas. Me resultaron fabulosos tus artículos, me permitieron analizar hechos que vi de forma aislada, de una manera más global, en el marco de un diagnóstico que apela a la reflexión crítica de todos y todas.

He tomado muchas anotaciones a medida que te escuchaba pero voy a tratar de exponer mis ideas de la forma más escueta posible. Me surgió la necesidad de vincular algunos temas con otras miradas que hemos apreciado anteriormente en este seminario. Así, en el primer debate a cargo de Mario Juliano hablamos de la visión negativa y prejuicio que tenemos respecto a la sociedad y su “insensibilidad” frente al mundo penal, cuando por el contrario, los juicios por jurado, por ejemplo, han demostrado que los legos son mucho más prudentes y sensatos a la hora de juzgar a sus pares, a diferencia de los jueces profesionales. Y por otro lado, con vos hablamos del punitivismo que trae consigo la vecinocracia. Lo cierto es que no hay verdades absolutas y, como bien señalaste Esteban, tanto el Estado como la sociedad están compuestos por campos muy distintos y no todos/as “entran en la misma bolsa”.

Asimismo, en otro de los foros, hablando de la teoría del etiquetamiento, he puesto como ejemplo también aquel que señalaste del personal policial ridiculizando y ostentando su poder frente a dos pibes humildes. Y volviendo a lo mismo del párrafo anterior, porque no es mi intensión generalizar, también he visto noticias sobre policías que se acercan a las colas de los bancos a darles algo caliente de tomar a los/as adultos/as mayores, o llevan comida a los comedores. Quiero creer que estos ejemplos no son supuestos de una “sobreactuación de la unidad”, sino que, por el contrario, reflejan las “prevenciones de amistad y cuidados entre sí” que es a lo que apuntamos.

No obstante, es evidente la enemistad y la desconfianza que emerge en esta crisis pero que subyace a la existencia misma del ser humano. Me interpela ese contraste entre quienes aplauden a lxs médicxs a las 21 hs y aquellxs que lxs rechazan, exigiéndoles que se vayan del edificio donde viven por temor al contagio (el miedo y temor presentes). Estamos atadxs a un doble discurso. Hacemos de la delación “la única manera” de cuidar nuestra salud pero nos interesa muy poco la salud de, por ejemplo, las personas privadas de libertad que viven en condiciones deplorables hace décadas. Así las cosas, de esa situación de hacinamiento nadie se hace responsable, pero sí es más fácil hacernos responsables de lo que hace o deja de hacer el vecino de al lado.

Por otra parte, apoyo la participación ciudadana en lo que concierne al diseño e implementación de políticas de un estado, porque entiendo que las decisiones son realmente legitimas en tanto y en cuanto exista una pluralidad de voces que intervengan. Me entusiasma que el problema de la seguridad se abarque desde los niveles más micro, como lo es un vecindario; creo que nadie conoce mejor un barrio que sus propixs vecinxs, el problema radica en cómo interpretan esa realidad en la que viven. Comparto la idea de Esteban de que lxs vecinxs se agrupan en busca de punición, sus reclamos siempre radican en lo mismo: más vigilancia, más presencia policial (debates fatigados). Creo que uno de los factores es la falta de información e información de mala calidad que reciben desde los medios de comunicación. De todo esto lxs funcionarixs sacan un rédito político y electoral obviamente, es mucho más cómodo y más fácil destinar dinero a la prevención situacional, que trabajar sobre la violencia estructural y cultural de donde emerge el delito.

Me quedó dando vueltas la frase “cargar angustia sobre los más vulnerables”. Al respecto, he leído en las redes sociales muchos mensajes de odio y rechazo, donde personas de clase media reniegan de la ayuda económica que reciben las personas de clase baja en este contexto de pandemia. Y como dijiste al comienzo de tu video, esto no es algo nuevo, sino algo que emerge hoy con más fuerza. Ello refleja claramente que hay lazos fragilizados y sentimientos de indignación y frustración que cargamos en el otro.

Por último, y en torno al “punitivismo de arriba” y “punitivismo de abajo”, creo que el cambio radical debe nacer en el punitivismo de abajo, debemos trabajar en esto que remarca Esteban de las políticas de amistad y solidaridad. Ello es así porque entiendo que lxs funcionarixs son reactivxs y accionan incentivando la violencia hasta donde la sociedad se los permite y lo tolera.

No es un trabajo sencillo pero celebro este encuentro de ideas para replantearme muchas cosas. Perdón por la extensión. Hay mucho que trabajar y pensar al respecto.

 


En respuesta a Macarena Sosa

Re: Salir del agua

de Esteban Rodríguez Alzueta -
Gracias Macarena por tu comentario. Comparto que hay que participar a las sociedad en la reflexión de los problemas de seguridad. Solo que me parece que hay palabras que están malditas, que hay que arrimarse a esas discusiónes con otras palabras, desde otras palabras, porque la seguridad nos pone a pensar en más policía. Hay que imaginar otros espacios para tramitar esos conflictos, y el marco para esos espacios pueden ponerlo otras areas del Estado que permitan derivar la discusión hay otros lugares, a tener en cuenta otros problemas. Saludos